Donald Trump decidió no esperar a instalarse en la Casa Blanca para empezar a gobernar.
Trump decidió aprobar una avalancha de decretos el primer día contra la inmigración, la agenda verde, la diversidad y otras materias para cerrar la era de su antecesor, Joe Biden.
El presidente hizo colocar un escritorio en el escenario del Capital One Arena, el estadio cubierto desde el que sus fieles siguieron a través de pantallas la toma de posesión, para firmar allí sus primeros decretos, recién llegado del Capitolio.
“Hoy firmaré una serie de órdenes ejecutivas históricas. Con estas acciones comenzaremos la completa restauración de Estados Unidos y la revolución del sentido común. Todo es cuestión de sentido común”, afirmó.
El primer decreto fue la derogación de 78 órdenes ejecutivas de Joe Biden. El segundo, una congelación regulatoria para que las agencias federales no emitan más normas. El tercero congeló las contrataciones de funcionarios. Con el cuarto, suprimió el teletrabajo para los empleados federales.
El quinto pidió a las agencias del Gobierno trabajar para combatir la inflación, sin mucha concreción. El sexto y séptimo, la retirada del Acuerdo de París sobre emisiones.
El octavo, uno para supuestamente restaurar la libertad de expresión. El noveno, para acabar con la persecución de adversarios políticos.
